Resumen: El suicidio es problema de salud pública, pero también es un problema social que afecta de ochocientas mil a un millón de personas al año en todo el mundo. En España son ya más de 4000 fallecimientos autoinfligidos al año, siendo más de 1000 mujeres y el restante hombres. Además, se producen más de 80.000 intentos de suicidio al año en nuestro país. Estas cifras nos gritan, nos ruegan, que se intervenga adecuadamente para salvar todas las vidas posibles. El poseer unas directrices y unos hitos que nos guíen en el camino de la ayuda en crisis denominado ABC de la intervención de crisis suicida es de gran ayuda. Este marco de acción proporciona directrices claras para el interviniente que se enfrenta a pacientes con alto sufrimiento psíquico y pensamientos suicidas. El A, B, C de los cuidados en la intervención de emergencias por crisis suicida, hace hincapié en la importancia de crear un ambiente de confianza y seguridad. «No se trata solo de actuar, sino de saber cuándo y cómo hacerlo». La metodología incluye recomendaciones prácticas y herramientas específicas para garantizar una intervención efectiva. Este nuevo enfoque representa un avance significativo en el campo de la atención de emergencias, proporcionando al personal de enfermería las herramientas necesarias para abordar una de las situaciones más desafiantes en la atención sanitaria de urgencia.